Después de recuperarse del parto, repentinamente la salud de la tigresa comenzar a declinar, aunque físicamente ella estaba bien. Los veterinarios pensaron que la perdida de sus cachorros la había hecho caer en depresión.
Decidieron que si sustituían a los cachorros por los de otra madre, ella se mejoraría.
Después de verificar en varios Zoológicos a través del país, comprobaron que no había cachorros de una edad similar para traerlos a la madre en luto.
Los veterinarios tenían que decidir algo que nunca antes se había intentado en ningún ambiente del Parque Zoológico: algunas veces una madre de una especie adquiría bajo su cuidado a unos cachorros de otra especie.
Los únicos "huérfanos" que pudieron encontrar rápidamente era una camada de cerdos.
Los veterinarios envolvieron a los cerditos en "piel de tigre" y los colocaron alrededor de la tigresa...
Vean lo que sucedió...



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